Cascadas de Oneta

ITINERARIO: Oneta-Cascadas de Oneta
DIFICULTAD: Baja
DISTANCIA: 2 km (ida y vuelta)
DURACIÓN: 1 h. ( ida y vuelta)

La ruta parte de Oneta, a donde se accede desde la capital del municipio, Villayón, a través de la carretera local AS-36 que enlaza esta población con Luarca.
Comenzamos la ruta en el centro del pueblo. Un camino ancho y llano, que trascurre entre casas y luego a través de una era, dejando el río a la izquierda y el cementerio a la derecha nos acerca hasta una caseta, que antiguamente servía como central hidroeléctrica para el pueblo.

Pronto veremos que el cauce del río comienza a estrecharse y que la corriente discurre por formaciones rocosas, entre las que se abren numerosos pozos, como el llamado pozo del Diablo, de gran profundidad y peligrosidad por sus remolinos.

El río pronto se esconde y se desprende verticalmente por una altura de 38 metros. Llegamos a la primera cascada, la Firbia. Más adelante, la Ulloa (de menor verticalidad), y la última (La Maseirúa) caracterizada por su menor longitud pero no menos belleza, cuyo acceso es más difícil.

A lo largo del trascurso de las cascadas, podemos contemplar restos de molinos de agua, aunque sólo funciona uno en la actualidad, con el mecanismo de la molienda y la maquilla (unidad de medida), en perfecto estado. La vegetación es rica y se desarrolla una frondosa cubierta arbórea de fresnos, robles (carbayos), alisos y castaños.

Las cascadas de Oneta, declaradas Monumento Natural por el Gobierno del Principado de Asturias, son punto de referencia para numerosos visitantes.

Cascadas de Oneta

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